miércoles, 11 de noviembre de 2015

Juan Pastor, un autor morateño del siglo XVI


Además de la Tragedia de la castidad de Lucrecia, también escribió Auto Nuevo de Nuestro Señor Jesucristo, Grimaltina y Clariana.

A comienzos del siglo XVI, un autor morateño, Juan Pastor, publicó varias obras hoy prácticamente desaparecidas. Por fortuna, en la Biblioteca Nacional se conserva un manuscrito que reproduce su obra más conocida Tragedia de la castidad de Lucrecia. Poco más conocemos de este autor, mas allá de que fue un religioso franciscano que también escribió algunos autos sacramentales –desaparecidos- como Auto Nuevo de Nuesro Señor Jesucristo y las obras conocidas como Grimaltina y Clariana.

En su obra, Juan Pastor aborda un tema ya tratado en la literatura anterior al siglo XVI. La tragedia de la castidad de Lucrecia es una obra de tipo clásico en tono de farsa y narra un mito que atrajo desde la antigüedad a autores como Tito Livio. Juan Pastor sigue esta trama en la que Sexto Tarquino, heredero de su padre, el rey Tarquino, se enamora de Lucrecia a la que trata de seducir. Durante una ausencia por motivos de guerra de Collatino, marido de la heroína, Sexto Tarquino empujado por su pasión por Lucrecia se introduce en su dormitorio. Pese a la oposición de Lucrecia, pasa la noche en el dormitorio. Lucrecia cuenta su deshonra a sus parientes y sobre todo a su marido. La afrenta provoca una sublevación que, a su vez, desencadena el fin de la dinastía Tarquino y que Roma, a partir de entonces, sea gobernada por los cónsules.
Gracias al Manuscrito 14754 de la Biblioteca Nacional, que incluye también otras comedias de autores de la época, (siglo XVI), se ha conservado el texto de Juan Pastor. La Tragedia de la Castidad de Lucrecia se transcribe a partir del folio 97:

Portada del manuscrito

Tragedia de la castidad de Lucrecia escrita en verso por Juan Pastor.
Copiada al pie de la letra del original impreso en letra gótica que posee y acaso el único que existe, el señor Don (…) de Gámez en un volumen en 4º
Tras unos folios en blanco, el texto continúa en el folio 99 con la portada en la que se incluye la autoría de Juan Pastor:

Farsa de Lucrecia
Tragedia de la castidad de Lucrecia, agora nuevamente compuesta en metro por Juan Pastor, natural de la villa de Morata, en la cual se introducen las personas siguientes: el rey Tarquino, su hijo sexto tarquino, un negro suyo, Collatino duque de Collacia, Lucrecia su mujer, un bobo criado suyo, Espurio Lucrecio, padre de Lucrecia, Junio Bruto, Publio Valerio, parientes de Collatino

Argumento
El manuscrito continúa con el argumento:
Síguele el argumento en el cual se declara la historia y pone aquí para los lectores mayormente para los que la presente historia no han leído porque entienda mejor el discurso de la presente obra.
Escribe Dionisio (…) en el cuarto libro de las antigüedades romanas: que Lucrecia fue hija de Spurio Lucrecio Romano, excelente, y fue casada con Colletino, duque de Comacia, ciudad junto a Roma, la cual siendo mujer de muy gran hermosura, Sexto Tarquino Superbo se enamoró della, y como por veces repetidas la hubiesse requerido de amores, nunca con ella pudo acabar nada, y vino a ser que estando el Rey Tarquino, padre del dicho Xesto Tarquino, sobre una ciudad de los enemios, cerca de Roma, llamada Ardea, que la tenía cercada envió a Sexto Tarquino a proveer provisión para el real a Collacia donde estaba Lucrecia, que no estaba ay su marido Collatino en cual quedaba en el real sobre Ardea. Sexto Tarquino como pariente de Collatino, marido de Lucrecia, fuesse a aposentar en casa de Lucrecia como a casa de su pariente, fue délla muy honoríficamente hospedado y recibió muchas honras, pero como las llamas del amor que tenía a la dicha Lucrecia de continúo viniesen en mayor aumento, considerando que entonces tenía aparejado tiempo par gozar délla, pensó la manera que para esto tenía y venida la noche después que hubo cenado fuesse a dormir, y siendo pasada gran parte de la noche, cuando sintió que todos dormían levantosse y fuesse a la cámara de Lucrecia y díjole quien era y amenazola que si diesse voces que la mataría, y diole a escoger una de dos cosas, o morir deshonrada o vivir reyna bien aventurada, porque si no consentía en su voluntad que él la mataría y juntamente a un negro suyo, y que diría que los había hallado en adulterio y como vengador de la injuria de su pariente que los había muerto, y que si consentía en lo que quería le daba palabra que la tomaría por mujer y sería reina con él porque como hijo mayor había de heredar el reyno de su padre. Oyendo esto Lucrecia con temor de la innominosa muerte que Tarquino la amenzaba eligió por mejor sufrir por entonces qualquiera deshonra en su persona, aunque Tarquino la forzó y durmió con él ella. Otro día siguiente Lucrecia se vistió de luto negro y envió a Roma por su padre Espurio Lucrecio y por Junio Bruto y por Publio Valerio parientes de su marido Colletino: los quales venidos de Roma en Collacia, a la sazón que llegaron llegó Collatino de la guerra de Ardea y luego Lucrecia en presencia de los cuatro y a dichos contó la traición y fuerza que le había hecho Sexto Tarquino y rogándoles que la quisiesen vengar sacó un cuchillo que secreto traía y matose, el cuerpo fue puesto en unas andas y llevado a la plaza mayor de Collacia, donde toda la gente ansí de Collacia como de Roma supiendo la trayción que Sexto Tarquino había hecho a Lucrecia por cuya causa había sido su muerte todos se parejaban para destruir a los Tarquinos, la venganza de essa señora que tal que en pocos días fueron los Tarquinos destruidos del imperio de Roma y echados en tierras extrañas, y no consintieron los romanos que otro rey ninguno reinase antes de allí adelante, la ciudad se gobernó por consulados, los primeros cónsules que fueron constituidos en Roma fueron Junio Buto y Colletino marido de Lucrecia.
Fin del argumento
Dos de los grabados originales de la obra de Juan Pastor

Estos son los primeros versos de la obra de Juan  Pastor

Comienza la obra. Entra el Rey Tarquino y su hijo Sexto Tarquino y dice el Rey:
El rey
Hijo quanto puede haber
Que esta ciudad tenemos
Cercada y nunca podemos
En tantos días vencer
Ella es cierto a mi ver
Rica presa
Porque esta ciudad de Ardea
Es más fuerte que pensamos
Pues cuanto más trabajamos
Ella más fuerte se arrea

Tarquino
Señor padre es gran pelea
A mi pensar
En venir ansi a sacar
A ninguno de su casa
Porque señor más se tassa
Uno a diez puede buscar
(…)

En el folio 112 finaliza la obra:
Mira no tengáis por necia
Mi sentencia
Y mandadme dar licencia
Que me voy sin más razones
Y guardaos de traiciones
Con muy grande diligencia
Fin de la obra

Finalizado el texto de Juan Pastor, el autor de la transcripción expresa sus opiniones sobre La Tragedia de la castidad de Lucrecia:
Copiada al pie de la letra del original impreso. Lleva calcadas y exactamente copiadas la portada y demás láminas que grabadas en madera contiene el original.
Nota
Esta farsa aunque no tiene año de impresión parece muy anterior a las de Lope de Rueda, en esta así como en aquellas intervienen algún personaje alegórico y un bobo y un negro que bien intempestivamente se pretende siempre el uno a decir desatinos y el otro a hablar una jerigonza insípida e ininteligible; pero esta pieza no está dividida en escenas como las de Rueda, se halla el autor muy distante de el modelo, tanto por el lenguaje como por las gracias y sales de sus bobos y negros, que en dicho Rueda sirven algún tanto para caracterizar los personajes, y en esta pieza son unos pegotes que (…) más y más el asunto de ellos que ya por sí está tratado con una frialdad intolerable.
Este autor se vanagloria de haber escrito la Grimaldina  y la Clariana.

Estas últimas obras también se atribuyen a Juan  Pastor. Concretamente la última, Clariana, parece que fue editada en Valencia en 1522 por Juan Joffre.
En cuanto al Nacimiento de Nuestro Señor Jesuscristo, su edición se data en 1528 en la ciudad de Sevilla y en ella aparecen como personajes el Emperador Oclaviano, su secretario, un pregonero, el viejo Blas Tozuelo, su hijo Perico, un bobo, San José, Santa María, pastores, Miguel Recalcado, Antón Morcilla, Juan Relleno y un ángel. Tanto esta última obra del autor morateño, como Grimaldina y Clariana, no han dejado rastro como sucede con su creación más famosa. De su existencia sabemos por el propio Juan Pastor en el final de La Castidad de Lucrecia:
A los lectores
Sabed que esta obra fina
La compuso de su gana
Quien compuso Grimaltina
Y también a Clariana

A las mujeres
O mujeres gran loor
Debeis todas juntas dar
A quien tan rica labor
A luz os quiso sacar

Donde cierto sin mas ver
Poniendo firme cuidado
Podéis sacar y coger
Mil muestras de este dechado
Fin
Juan Pastor

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