miércoles, 21 de septiembre de 2016

Las calles de Morata y su denominación en el callejero (II)


La Plaza del Pozo conserva este nombre al menos desde el siglo XVIII

La nieve se consumió hasta el siglo XIX como producto de lujo y también como medicina


La plaza del Pozo, actualmente localizada en una zona céntrica de Morata, se consideraba hace siglos el extrarradio de la villa. Ya en el siglo XVIII la plaza ya recibía esta denominación ligada a la existencia en la misma de un pozo de nieve, lamentablemente ya desaparecido. Se trata de una de las pocas vías públicas de Morata que ha mantenido a lo largo de los años la misma denominación, si bien es cierto que según se documenta en el Catastro de Ensenada, entonces, en torno al año 1750, se conocía como calle junto al pozo de la nieve.

En los años de elaboración del catastro sólo 8 casas se registraron junto al pozo de la nieve. Sus propietarios, Pedro Vecino, Isabel Bermejo, Francisco Ximénez Meco, Joseph López Puerta, Manuel Vázquez, María López y Juan Garcés, se dedicaban a la agricultura, excepto el último que tenía el oficio de yesero. En la entonces calle también existía un solar propiedad de Antonio Corpa.
El pozo de nieve que daba nombre a la calle en estos años era propiedad de Claudio Sanz y  Torres* y en los registros del catastro se catalogaba como:
Pozo de nieve
Un pozo para encerrar nieve de 11 varas y media de frontis [9,52 metros] y de fondo 7 varas y media [6,22 metros]. Linda Oriente casa de Juan Garcés y Poniente  era de Joseph López Huerta, que lo ocupa del dicho Puerta y da de alquiler cada año 22 reales.
Apunte en el Catastro de Ensenada con la descripción del pozo de nieve

Construcciones de piedra
Los pozos de nieve, generalmente, eran construcciones de planta circular o elíptica levantadas en mampostería de piedra y cubierta a dos aguas y dotadas de distintas aberturas para extraer la nieve así como salidas de aguas. Civilizaciones tan distintas como la mesopotámica, la romana o la azteca utilizaron este sistema para poder disponer de un sistema de enfriar los alimentos o la fabricación de bebidas frías.
Las medidas de los pozos de nieve, o neveros, oscilaban entre siete y ocho metros de diámetro (El pozo de nieve de Morata respondería a estas mediadas tipo) y una altura similar. En los meses de invierno se aprovechaban las nevadas para almacenar la nieve en el interior. La nieve se aplastaba en capas, separadas por paja u otros elementos vegetales, para darle consistencia y conservar mejor su baja temperatura.
La propiedad de estas construcciones en muchas ocasiones estaba adscrita a los concejos que, de esta forma, podían regular los precios y obtener un beneficio de la comercialización de la nieve o el arrendamiento del nevero. No era el caso de Morata. Como hemos visto, su propietario en 1751 era el que sería años después obispo de Almería, Claudio Sanz y Torres Ruiz de Castañeda, que por su alquiler, según el Catastro de Ensenada percibía la exigua cantidad de 22 reales anuales.
No existen datos contrastados sobre la fecha de construcción del pozo de la nieve de Morata. Sí que es cierto que en la época de la adquisición del señorío de Morata por parte del marques de Leganés, en torno a 1631, ya debería existir una construcción de estas características. En el inventario realizado a la muerte del I marques se señalan las posesiones de Diego Messía Felípez de Guzmán al llegar a Morata:
Mas unas casas principales en frente de la iglesia de dicha villa [Morata] con su huerta, palomar y pozo de nieve, alrededor de dicha casa caballeriza y cocheras, que se hicieron en el sitio de la casa que se compró de Don Cristóbal de Salcedo y de García Sánchez Bravo y Alonso Martínez y otros.  (Inventario de las posesiones del marqués de Leganés AHPM, t. 6267, f. 425r-759v).
De la redacción de este texto no se deduce dónde estaba situado el pozo de nieve que se cita, aunque es muy probable que se trate de la misma construcción y que fuera  comprada por el marqués al llegar a Morata. Tampoco se ha localizado documentación relativa a la  adquisición por parte de Claudio Sanz y Torres de la propiedad del pozo de la nieve reseñado en el Catastro de Ensenada, ni de quien era propiedad cuando a finales del siglo XIX aún se documenta la presencia del nevero en la plaza que llevaba su nombre **.

Usos y utilidad de la nieve
La construcción de los pozos de nieve tenía una doble finalidad. Por un lado ya las primitivas civilizaciones utilizaban la nieve conservada en los pozos para la elaboración de sorbetes y bebidas frías así como para conservar los alimentos. En torno a este uso gastronómico de la nieve en Morata contamos con documentación relativa a la adquisición de varias arrobas de nieve por parte de los condes de Altamira en un año muy cercano al de la elaboración del Catastro de Ensenada. Con motivo de la estancia en el palacio de la familia del conde de Altamira y la de su primo el conde Oñate, entre los meses de abril y mayo de 1756, se registró en la partida de gastos el apunte correspondiente a la compra de nieve:
(…) Por 32 arrobas y media de nieve que se trajo de Pozuelo a 9 reales arroba e incluso el porte 292 reales y 17 maravedíes (…).
(…) Por 175 arrobas de nieve que se trajeron de  Chinchón a tres reales cada una importaron quinientos y veinticinco. (…). (Archivo Histórico Nacional-Sección Nobleza BAENA, C.222, D.41-42).
Por este documento se comprueba el precio tan diferente entre una y otra compra de nieve, aunque en la primera esté incluido el porte, y también que en Morata por esas fechas, ya avanzada la primavera, no se podía adquirir la nieve que hubo de ser comprada en otras localidades para atender las necesidades de las dos familias durante su estancia en la villa.
Aparte de esta como producto de lujo por parte de las clases más pudientes, (Cervantes en El Quijote lo denominaba bebida de nieves), también se utilizó la nieve como remedio terapéutico, siempre con receta y con precio reducido para las clases menos pudientes. En los manuales médicos se la definía como agua en polvo, y se utilizaba tanto para bajar las fiebres como para aplicar a los enfermos después de las purgas tan habituales en la medicina hasta bien entrado el siglo XIX.
En la obra Manual para el servicio de los enfermos, del Dr. Carrere, médico francés se afirma que:
(…) En algunas provincias de España se da agua de nieve, después del purgante, lo que he visto probar muy bien allí (…).
La aparición de sistemas de producción de hielo por métodos industriales, ya a finales del siglo XIX, significó la desaparición de estas construcciones en la mayoría de los pueblos y ciudadaes de España. En Morata así sucedió y el único vestigio del pozo de la nieve quedó en el callejero urbano de la villa.

*Claudio Sanz y Torres Ruiz de Castañeda (1704-1779), en los años en que se elaboró el Catastro de Ensenada en Morata ocupaba el cargo canónigo en la catedral del Burgo de Osma. Posteriormente fue nombrado obispo de Almería (1761-1779). Claudio Sanz y Torres había nacido en la localidad de Torres de la Alameda pero estaba ligado a Morata por vía materna (Los Ruiz de Castañeda eran grandes propietarios en Morata y también en la villa vecina de San Martín de la Vega).
Además de la propiedad del pozo de la nieve, Claudio Sanz también poseía en Morata numerosos bienes procedentes de herencias familiares. Además de las rentas procedentes de una capellanía fundada Rodrigo Pérez, este religioso reunía un extenso patrimonio en Morata, tal como se refleja en los legajos del Catastro de Ensenada:
Bienes de Don Claudio Sanz de Torres, doctoral de la Santa Iglesia de Osma.
Casa
Una casa en la población de esta villa junto a la fuente de 16 varas de frontis y de fondo  30, su habitación en bajo con diferentes oficinas, lagar, dos bodegas y un poco de cueva  y en alto también diferentes oficinas. Linda O. casa de Don Pedro Marchena y P. casa del doctor Verdejo, vecino de Alcalá y se ha regulado su alquiler en cada un año 300 reales.
Otra casa junto a la dicha fuente de 11 varas de frontis y de fondo 22, su habitación en bajo con diferentes oficinas y lagar, linda O. casa de la viuda de Pedro Arias, y M. casa de Doña Josepha Ruiz de Castañeda y se ha regulado su alquiler en cada un año en 110 reales.
Molino harinero
5 partes de 8 en el molino harinero que llaman de la huerta de la Vega, que las otras 3 partes son de D. Antonio Camargo y la otra parte de la villa [sic], que está distante de esta villa como 1500 pasos, tienes 3 piedras corrientes para moler, linda O. la vereda de esta hacienda, P tierra del vínculo de Ana Camargo, M. y N el río y le da de arrendamiento 36 fanegas y media de trigo.
Además del pozo de la nieve y  de las dos casas con lagar, situadas en la actual calle Real, y más de la mitad de un molino [Conocido entonces como el molino del vínculo y actualmente ya desparecido como el molino hundido], el religioso era propietario de más de 50 fanegas de regadío, 3 de secano y una huerta [Huerta de los Hoyos junto al río Tajuña]. Al morir su madre, Josepha Ruiz de Castañeda, domiciliada en Torres de la Alameda, el obispo de Almería incrementó su patrimonio en Morata en más de cincuenta fanegas en secano y regadío junto a una casa, en la calle Baja Azotea, y una corraliza.

** Eduardo Corpa Camacho localizó y publicó en la página de facebook  Morata de Tajuña (Madrid) - Ayer y Hoy un apunte del Registro Civil de Morata de Tajuña, (libro de defunciones) en el que se recoge el fallecimiento por asfixia, el 20 de julio de 1874, de Manuel Gutiérrez y Ceballos, un alojero natural de San Mateo (Santander), lo que indica que en esa fecha aún estaba en servicio el pozo de nieve de Morata.


Fuentes y bibliografía:
Archivo Histórico de Protocolos de Madrid. Inventario de las posesiones del marqués de Leganés AHPM, t. 6267, f. 425r-759v.
Archivo Histórico Provincial de Toledo. Catastro de Ensenada. Bienes de Eclesiásticos H. 410 f.86v.
Aguirre Sorondo, Antxon. Neveros de Navarra. Conservación y comercio de nieve y hielo. Cuadernos y Etnología y Etnografía de Navarra, 85 (2010).
Archivo Histórico Nacional-Sección Nobleza BAENA, C.222, D.41-42.
Dr. Carrere. Manual para el servicio de enfermos. Viuda Peferrer. Barcelona, 1786.

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