miércoles, 26 de octubre de 2016

Las calles de Morata y su denominación en el callejero (VII)


Avenida de Domingo Rodelgo (Calle que va de la plaza a la Real de Chinchón, camino Real a Chinchón, calle Baja de la Libertad)

Esta vía urbana que parte de la plaza Mayor de Morata ya se identificaba en el Catastro de Ensenada como la calle que va de la plaza a la Real de Chinchón. Junto con el camino Real a San Martín y el camino Real a Arganda, estas calles eran, y son, la salida hacía los pueblos vecinos de Morata. En otras épocas históricas se conoció como calle Baja de la Libertad (Siglo XIX  y actualmente, desde el año 1909, se la denomina avenida de Domingo Rodelgo, aunque popularmente también se la conoce como la calle Real de abajo.


En el trazado urbano de Morata esta calle, una de las más amplias del pueblo, siempre fue la salida natural hacia Chinchón. En la primera relación conocida de las calles de Morata –el Catastro de Ensenada- era una de las que contaba con mayor número de casas, aunque en esa época, 1751, en el entorno de la ermita de la Virgen de la Antigua la mayor parte de las construcciones eran solares e incluso eras de pan trillar. Algunas de estas eras se utilizaron, de hecho, hasta los años sesenta del pasado siglo.
En el inicio de la calle, en la fachada oriental, en el catastro se registra la existencia de la que en aquellos años se conocía como Casa de la Carnicería. Aunque con fachada a la plaza Mayor, esta construcción, propiedad del concejo de Morata, debía de tener la entrada en el camino Real a Chinchón. Según su descripción en los apuntes del catastro estas eran sus características:
(…) se compone del cuarto en que se pesa, un cuarto en que se romanea y un poco de cueva, linda al Norte dicha plaza [Mayor], al Poniente calle que baja a las eras, al Oriente y Mediodía casa de Miguel Maeso y tiene de fachada catorce varas y de fondo seis, a la que no se le regula alquiler por ser para el abasto público.
Fachada del Teatro Rodelgo y, a la derecha, el edificio que albergó la carnicería pública
El edificio, actualmente con puerta a la plaza Mayor y con una extensión de alrededor de 60 m2, se utilizaba como local para la venta de la carne (En épocas históricas posteriores, el abastecimiento público de la carne se realizó también en el local que el ayuntamiento tenía en la actual avenida de la Constitución que, por este motivo, en determinados periodos también se conoció como calle de la Carnicería). Hasta el siglo XIX el abastecimiento de la carne era responsabilidad del concejo que fijaba los precios y arrendaba el servicio que se prestaba en estas dependencias municipales. Para garantizar el abasto público, el Ayuntamiento también contaba con la dehesa carnicera, definida en el catastro como:
(…) una Dehesa de mala calidad que únicamente tiene para pasto del ganado de la Obligación de Carne, sin que haya habido ejemplar de producir otra utilidad.
El abastecimiento de carne también obligaba al concejo a contar con un matadero y un ejido o agostadero. El matadero, según se refleja en el catastro, se localizaba en el siglo XVIII en el entorno de la calle de los Huertos y también era de propiedad municipal:
(...) una casa matadero en la carrera linda al Norte y Poniente molino aceitero de los herederos de don Juan de Cuevas, al Mediodía dicha carrera y al Oriente molino aceitero de los Padres de Nuestra Señora del Rosario y se compone de un corral y un cuarto, tiene de fachada diez y nueve varas y de fondo cinco, y no se le regula alquiler alguno por estar destinada para el fin dicho.
El ejido o agostadero, también incluido entre los bienes patrimoniales del concejo, estaba situado en las proximidades de la ermita de la Virgen de la Antigua:
(...) le pertenece en virtud de facultad un pedazo de agostadero de este término que regularmente se arrienda en ciento y ochenta reales cada año.
Este agostadero que aparece en la relación de bienes municipales, estaba situado en las proximidades de la ermita de la Virgen de la Antigua y entre el Camino del Toledano o Chinchón y el Camino de San Martín. Su función era servir de lugar de pasto a ganados y, como perteneciente a los bienes propios del concejo, podía ser arrendado, al igual que sucedía con la dehesa carnicera.
La venta de la carne que se hacía en el  local público propiedad del concejo –en esos años arrendado al vecino Diego de la Cámara- generaba el pago de impuestos, las alcabalas, que estaban regulados fiscalmente y que correspondían en los años de redacción del catastro al conde de Altamira:
(...) hay una carnicería propia de esta villa sin que rinda utilidad alguna  mas que la comodidad para vender la carne al pueblo en que tiene el señor de esta villa el derecho de dos maravedíes por razón de alcabalas en cada libra de carne y para su majestad por sus derechos se cargan cuatro maravedíes que suele producir en cada un año tres mil reales y ochocientos mil y quinientos maravedíes.
Avenida de Domingo Rodelgo
A  partir de 1909 el antiguo camino Real a Chinchón pasó a denominarse calle de  Domingo Rodelgo. En realidad, esta antigua denominación ya se había cambiado en el siglo XIX, posiblemente tras los acontecimientos históricos que desembocaron en la proclamación de la I República, cuando esta vía urbana de Morata pasó a conocerse como calle Baja de la Libertad (La actual calle Real se denominó también calle Alta de la Libertad). En estos años del siglo XIX, en la fachada de poniente de la calle se localizó el cuarto de medidas, el local en el que se controlaban fiscalmente por parte del ayuntamiento de Morata las ventas de los productos del campo, para el cobro de los correspondientes impuestos. En estas instalaciones, que en los siglos anteriores correspondían al oficio de fiel medidor, se garantizaban a los vecinos y compradores  la exactitud y legalidad de las pesas y medidas que se utilizaban en las transacciones comerciales.
El cambio de nombre de calle Baja de la Libertad por el de calle Domingo Rodelgo se realizó, tras un acuerdo previo del consistorio, el domingo 14 de marzo de 1909. Ese día se procedió a colocar una placa con la nueva denominación en la casa donde había nacido el mencionado Domingo Rodelgo. En la prensa de la época se publicaron varias reseñas sobre los actos celebrados con motivo de la su nombramiento como hijo predilecto de Morata:
El Ayuntamiento de Morata de Tajuña, interpretando los deseos del vecindario todo, ha acordado por unanimidad nombrar hijo predilecto al filántropo Domingo Rodelgo, que desde hace muchos años, viene realizando una meritísima y altruista labor en favor del bienestar y cultura de sus convecinos. Merced á la generosidad del Sr. Rodelgo, el pueblo de Morata ha mejorado notablemente en pocos años, y muchos niños pobres reciben esmeradísima enseñanza que él costea. El domingo próximo se celebrará el acto de colocar en la calle donde está la casa en que nació el filántropo una lápida que perpetúe su memoria. Con éste motivo sus paisanos le tributarán una gran manifestación de gratitud (El Imparcial, 12 de marzo de 1909).
Homenaje a un filántropo
Nos escriben de Morata de Tajuña que se ha celebrado allí el domingo pasado una simpática fiesta popular organizada por el Ayuntamiento, en honor del vecino de aquel pueblo, el honrado patriota y filántropo D. Domingo Rodelgo, quien, ha sido nombrado-hijo predilecto del pueblo. El Sr. Rodelgo ha dedicado gran parte de su fortuna a fomentar lodos los intereses morales y materiales de Morata, fundando una escuela y un teatro, y en repetidas ocasiones remediando necesidades públicas, sin contar las numerosas y constantes obras de caridad, que realiza, mereciendo por ello la gratitud y las bendiciones de los necesitados. Celebróse este acto de justicia con toda clase de diversiones, verificándose la inauguración de la lápida en que se da el nombre prestigioso del Sr. Rodelgo a la calle en que vive, por acuerdo unánime de la Corporación municipal  (El País, martes 16 de marzo de 1909).
Domingo Rodelgo Fernández de Vergara había sido alcalde de Morata entre 1888 y 1991. Propietario agrícola y contratista de obras (Realizó la remodelación del ayuntamiento entre los años 1896 y 1897) también era propietario de un molino, situado al norte de Morata, junto a la alcantarilla del ferrocarril. Construyó en la casa de su propiedad, con fachada a la plaza Mayor y a la calle que llevaría su nombre, un teatro que se inauguró el 30 de diciembre de 1900:
En Morata de Tajuña se ha inaugurado un hermoso teatro, propiedad de Don Domingo Rodelgo, construido de nueva planta, bajo la dirección facultativa de D. Gerardo Quintana y decorado por el inteligente artista señor Navarro.
Las decoraciones son debidas al pincel de los oficiales de Amalio. La instalación eléctrica ha sido realizada por la fábrica que dirige D. Cayetano Álvarez Osorio.
Para la inauguración ha escrito el Sr. Díez Valero un apropósito, titulado Teatro Rodelgo, que fue muy celebrado por el público. La música, escrita por D. Jesús Aroca, fue repetida en todos sus números.
La interpretación, excelente por parte de todos, distinguiéndose las señoritas Carsi, Vázquez, González, Ordóñez, Ruiz, Corpa, Hermosilla, Vilches, Montero, García Gutiérrez, Valdivielso, Sebastián, Palmero y Castillo. Llamaron la atención dos coros, cantados por las señoritas de la localidad y por veinte hermosas labradoras (El Liberal, 2 de enero de 1901).
Tras su inauguración, el teatro, con su entrada principal por la plaza Mayor y salida de emergencia a la avenida de Domingo Rodelgo, fue escenario frecuente de espectáculos teatrales y musicales:
 Morata de Tajuña._ La compañía de opereta y zarzuela Jareño-Cruzada ha estrenado con gran éxito el sainete en dos actos Serafín, el pinturero, obteniendo muchos aplausos la tiples París, E. dueñas, Romero, Suría y los actores Enciso, Gregorio Cruzada, Paco Moncayo, Juan Manuel González, Carlos Henche, Casto García Agudo y Joaquín Morcillo (El Día, 6 de febrero de 1917).
El teatro, que conservó su traza arquitectónica hasta finales del pasado siglo, pasó por distintos propietarios (Domingo Rodelgo falleció el 17 de febrero de 1910) y fue reconvertido en cine tras la guerra civil, actividad que se mantuvo hasta la década de los ochenta.


Fuentes y bibliografía:
·       Archivo Histórico Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de Ensenada, Libros Maestros y Respuestas Particulares H 408 y H 410.
·       Historia de la villa de Morata de Tajuña. Torre Briceño, Jesús Antonio. Ayuntamiento de Morata de Tajuña. Madrid, 1999.
·       Periódicos y revistas citados en el texto.


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