miércoles, 22 de marzo de 2017

La desamortización en Morata (V)


Desamortización de los bienes del convento de Santo Tomás 
A diferencia de los frailes dominicos del Rosario, que estaban radicados en Morata y que explotaban directamente su hacienda desde la casa de labor que poseían en la villa, los frailes del convento de Santo Tomás, también perteneciente a la orden de los dominicos, no explotaban directamente los bienes de los que eran propietarios en Morata.
La hacienda de estos frailes, seguramente procedente de un legado, también está documentada, al menos, desde el siglo XVIII. Entonces, al catastrar los bienes de las instituciones religiosas, esta orden religiosa, extinguida tras los decretos desamortizadores, contaba con el siguiente patrimonio en Morata:
·      Tierras de riego de buena calidad: 4 fanegas y 7 celemines en La Vega y el Saz Gordo.
·      De ínfima calidad: 1 fanega y ½ en Pidueña.
·      Viña de mediana calidad: 3 fanegas y 1.400 cepas en El Chirrión.
·      Olivares de buena calidad: 12 fanegas con 292 olivas en los parajes de La Cárcava, Pidueña, El Pino y Camino de Alcalá.
·      Olivares de mediana calidad: 35 fanegas y 910 olivas en los parajes de Valdeza, El Parronal, Poyales, Cruz de los Nudos, Aulagares, Fuente del Valle, Los Rosales, Raya de Arganda y Particiones.
Según se afirmaba en los registros del catastro:
Dichas tres tierras las tiene a renta Isabel Bermejo, viuda de Manuel Blanco y paga por ellas en cada año 65 reales y 9 maravedíes.
Como era habitual cuando se realizaba un legado a favor de alguna institución religiosa, el legatario impuso algunas condiciones al ceder sus bienes:
Cargas contra esta hacienda: 575 misas rezadas y 7 cantadas que se deben celebrar en el convento de Santo Thomas de Madrid, con advertencia que por esta parte no se ha manifestado documento alguno para calificar estas memorias.
Convento de Santo Tomás en Madrid, propietario de bienes desamortizados en Morata

Este patrimonio del convento de Santo Tomas en Morata siguió un proceso muy similar al que afectó al convento del Rosario a la hora de desamortizar sus bienes y, ya en 1810, aparecieron edictos en el diario oficial en los que se anunciaban las subastas de las fincas adscritas a la orden religiosa:
Pedro de Mora y Lomas, consejero de Estado, prefecto de esta provincia de Madrid: Hago saber al público que conforme a mi edicto del 30 De septiembre último, se han celebrado en este día los primeros remates que se expresan a continuación. (Diario de Madrid, 19 de octubre de 1810)
A continuación aparecía una extensa relación de fincas del término municipal de Arganda, pertenecientes a los dominicos de Santo Tomás, en la que también se incluía una finca propiedad de esta orden, situada en Morata. Esta finca, una viña con 13.662 cepas, se tasó en 16.000 reales de vellón.
La ausencia de pujas para optar a esta hacienda, al igual que sucedió  con los bienes de los dominicos del Rosario, obligó en años sucesivos a subastar el arrendamiento de estos bienes del convento de Santo Tomás:
Aviso al público
Quien quisiere hacer postura al arrendamiento de las tierras, viñas y olivares que en el término de la villa de Morata pertenecieron a los conventos de Dominicos del Rosario, Recoletos, Atocha y Santo Tomás de Madrid, acuda a D. Ramón García Nieto, secretario del ayuntamiento de  dicha villa, por quien se admitirán las que hicieren, siendo arregladas en la inteligencia de que dichas fincas se arriendan por suertes y el término de un año, conforme a lo dispuesto por los señores de la junta del Crédito público. (Diario de Madrid, 26 de marzo de 1814).
Unos años después, en 1822 se anuncia, de nuevo, el arriendo de los olivares del convento de Santo Tomás. La subasta se convocó en Arganda, la villa donde los frailes tenían mayores intereses inmobiliarios además de una casa de labor:
Se subasta en el juzgado de Arganda el arriendo de 1.120 olivas que pertenecieron en el término de Morata al convento de santo Tomás, que se dividieron en 3 suertes y fueron tasadas en 998 reales. En el anuncio se señala que el arriendo se realiza por el tiempo que tarde en venderse la hacienda. (Diario de Madrid, miércoles 9 de enero de 1822).
Habrían de pasar varios años, en los que previsiblemente se siguió adoptando el sistema de arrendar las fincas rústicas, antes de que estas fueran finalmente adjudicadas en una subasta. Al igual que ocurrió con la hacienda de los dominicos del Rosario, sería a partir de 1836, al amparo de las leyes del ministro Juan Mendizábal, cuando los bienes que pertenecieron al convento de Santo Tomás en Morata, fueron adjudicados definitivamente.
En ese año de 1836, varias tierras que sumaban 44 fanegas y un celemín, y en las que se contabilizaban 14.020 cepas y 1.283 olivos, salieron a subasta con una tasación y precio de salida 56.135 reales de vellón.
Así se anunciaba en un diario oficial:
Venta de bienes nacionales
En la villa de Morata
Varias tierras con 44 fanegas y un celemín, 14.020 cepas y 1.283 olivas en tasadas en 56.135 reales de vellón y rematadas en 130.000 reales. Bienes pertenecientes al convento de Santo Tomás de Arganda. (Boletín Oficial de Segovia, 11 de abril de 1837).*
El lote fue adjudicado en 1837 a Ramón González Robles, el mismo comprador que había adquirido bienes de los dominicos del Rosario en Morata, que pujó por un importe de  130.000 reales, cantidad que superaba ampliamente el precio de salida.
El lote adquirido por González Robles, muy activo en las subastas que se convocaron en esos años en Morata, incluía viñas y olivares en El Chirrión, Plantío, Raya de Arganda, Parronal, La Carcava, Baldesar, Tres Liños, El Malo, Pidueña, Boticaria, Cantera, Gordal, Higueral, Cerrojo, Fuente del Valle, Rosales, Vargas, Olla de los Monteros y Redondal.  Por su extensión y número de cepas destacaban una viña en El Plantío con 6.900 cepas, tasada en 10.350 reales y otra viña en El Chirrión, tasadas sus 4.580 cepas en 9.160 reales. Entre los olivares el más extenso era el situado en Los Rosales, con 192 plantas y tasado en 4.224 reales. En la vega únicamente se subastaron cuatro tierras de las que no consta el paraje, y tasadas en 5.000 reales.
Las cepas de las viñas se tasaron entre 1 y 2 reales por cepa, mientras que las olivas tenían una tasación entre 10 y 25 reales. La fanega de tierra en la vega tenía un precio de salida de 1.000 reales fanega.
*La extensiones de las fincas subastadas que pertenecieron al convento de Santo Tomas en Morata varían según las fechas y los distintos anuncios de subastas. En el anuncio que sirvió de base a la subasta se apuntaban 44 fanegas, 14.020 cepas y 1.283 olivos, pero tres meses antes, el 24 de enero de 1837, en el mismo Boletín Oficial se indicaba que la hacienda incluía 13.480 cepas y 1.783 olivos. Estas discrepancias en las extensiones y características de los bienes subastados durante las desamortizaciones serían muy frecuente durante todo el proceso.

Fuentes y bibliografía:
·       Archivo Histórico Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de Ensenada. Libros maestros y respuestas generales. Bienes de Eclesiásticos. H 408 y  H. 410.
·       Textos legales de las desamortizaciones eclesiásticas españolas y con ellas relacionados F. Javier Campos y Fernández de Sevilla. OSA. Estudios Superiores del Escorial.
·       Publicaciones y periódicos citados en el texto.

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